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sábado, 30 de marzo de 2013

PAISAJE NOCTURNO


Una aldea perdida entre montañas, árboles que le dan cobijo... y la luna, extendiendo luz entre tinieblas. Una aldea de cualquier parte... mi aldea.

domingo, 17 de marzo de 2013

LA CATEDRAL DE MÁLAGA


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La Catedral de Málaga empezó a construirse en el año 1528. Se comenzó por la cabecera, llegándose hasta el crucero. En hacer esta obra se tardó todo un siglo. Después las obras estuvieron paralizadas durante casi otro siglo mas, aunque podía ya celebrarse culto en ella, ya que fue tapiada por el crucero. La zona de la cabecera (zona del altar mayor) es pues la parte más antigua de la Catedral.
A comienzos del siglo XVIII fue contratado el arquitecto José de Bada para continuar las obras. Se construye desde la fachada principal hasta la cabecera, siendo esta parte nueva la más rica en lo que a decoración se refiere. Esto puede verse con claridad en el contraste de las bóvedas antiguas con las nuevas. No obstante, Bada mantiene el estilo y los planes antiguos. Las obras comienzan por la fachada principal, para enlazar con la parte antigua. Por fin, en el año 1764 se unía la obra nueva con la vieja, derribándose el muro que cerraba el crucero.
No obstante, quedó sin terminar una torre, que según la versión tradicional, el dinero que había para ello se destinó finalmente al arreglo de los Caminos de Antequera y Vélez. Según una interpretación más romántica, pero sin documentar, el dinero que estaba dispuesto para la construcción de esa torre fue enviado como ayuda para la guerra de la independencia norteamericana.
Resumiendo, la construcción de la catedral ocupó muchos años, y aunque los arquitectos consiguieron mantener un mismo estilo, hay que tener en cuenta que en arquitectura los gustos y las modas fueron cambiando, y así por ejemplo se observa en la parte nueva mayores elementos decorativos.  

Fuente, y más información:


domingo, 3 de marzo de 2013

TEATRO CERVANTES

ANTECEDENTES
En la segunda mitad del siglo XIX, un grave incendio destruyó en su práctica totalidad el Teatro de la Libertad, anteriormente llamado del Príncipe Alfonso, inaugurado con motivo de una visita a Málaga de la Reina Isabel II. Tras la pérdida de este emblemático edificio, un grupo de personas de relieve social, muy ligadas al arte y la cultura de la capital, se asocian con el fin de dotar a la ciudad de un nuevo espacio escénico en el que dar cabida a las diferentes artes escénicas que proliferaban fruto del auge económico y cultural que vive la urbe y satisfacer, así, las necesidades de ocio de la burguesía.
EL PROYECTO
Esta comisión, creada para materializar el proyecto de construcción de un gran teatro para la ciudad, encarga la ejecución del mismo al arquitecto municipal Gerónimo Cuervo, autor de grandes operaciones urbanísticas y arquitectónicas, y éste, a su vez, requiere la colaboración del pintor valenciano Bernardo Ferrándiz, afincado en Málaga. La decoración fue concebida conjuntamente por ambos artistas y, debido a la premura de las obras, se vieron en la necesidad de contar con la ayuda de otro pintor, el malagueño Muñoz Degrain.
LA DECORACIÓN DEL TECHO
A Ferrándiz le es encomendada la pintura del telón de boca (en el que el pintor se autorretrata en la figura de Mefistófeles) y del techo de la sala. Para esta última se decide por una alegoría de la ciudad, en la figura de las Bellas Artes, en el centro del lienzo rodeada de todos los aspectos de su economía, entonces en pleno florecimiento: agricultura, alfarería, industria, transporte, pesca, situación estratégica para el comercio marítimo que, como hemos señalado, dio lugar a la aparición de una clase social acomodada y culturalmente inquieta que propició la construcción del coliseo.
INAUGURACIÓN
Las obras se realizaron entre abril y noviembre de 1870. La inauguración tuvo lugar el 17 de diciembre, con la interpretación de la obertura de la ópera Guillermo Tell. Las crónicas de la época resaltan su capacidad (de 2.300 a 2.400 personas), las excepcionales dimensiones del escenario, así como la ornamentación que crea un conjunto realmente sugestivo en su interior; aunque, sin duda, lo que más atrae es su concepción espacial en la que el arquitecto demuestra su gran talla y formación. El Teatro Miguel de Cervantes, tras expediente abierto por el Ministerio de Cultura, obtuvo el título de Monumento Histórico Artístico.
AÑOS DE ABANDONO
A lo largo de los años, el edificio sufre una serie de cambios de muy diversa índole, pero son la indiferencia y el abandono los que lo convierten, prácticamente, en ruinas. En 1950, el Teatro presenta un serio deterioro; sus instalaciones son acomodadas a las normativas vigentes y se hacen reformas que alteran gravemente su diseño, distribución y elementos arquitectónicos. Se determina la habilitación un bar y una cabina para proyecciones cinematográficas y será ésta la actividad a la que quede reducido.
RECONSTRUCCIÓN DEL TEATRO
En 1984, el Ayuntamiento adquiere la propiedad del Teatro Cervantes y financia las obras para su reconstrucción con la ayuda de las subvenciones del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, el Ministerio de Cultura y la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía. El nuevo teatro -con un aforo definitivo de 1.171 localidades distribuidas entre butacas y palcos- es equipado con los materiales, dispositivos e instrumentos exigidos por las normativas técnicas vigentes para un local público de sus características. S.M. la Reina Doña Sofía asiste a la inauguración, el 6 de abril de 1987, en la que se ofrece un concierto de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Málaga.
25 AÑOS DANDO EL ESPECTÁCULO
El 6 de abril de 2012 se cumplen 25 años de la reapertura del Teatro Cervantes como espacio escénico municipal. Un cuarto de siglo de sinfonías, dramas clásicos, comedias, óperas, ballets, conciertos de jazz, flamenco, rock, musicales y galas de todo tipo. Para celebrar tan especial aniversario, el Cervantes propone un programa de actos entre los que destaca la interpretación en concierto de la opereta de Franz Lehár La viuda alegre y un concierto gratuito de marchas, dúos y valses del compositor austro-húngaro interpretados por la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga y el Coro de Ópera de Málaga. Una exposición de programas de los años 50 y fotos dedicadas de los artistas que actuaron en el Cervantes durante esa década, otra que reúne lo más significativo de su actividad escénica en estos veinticinco años, un libro conmemorativo y otras actividades completan la efeméride.
Fuente: 
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